llegando a conclusiones
En un intento de resumir la experiencia vivida en la asignatura de Novas Tecnoloxías Aplicadas á Educación, puedo parafrasear una idea que leí hace unos días en un artículo: se aprende haciendo, pero se aprende más hablando de lo que se ha hecho.
Debo decir que realmente esta es la asignatura, quizás no sólo en el tiempo que llevo en esta especialidad de Lengua Extranjera, sino en toda mi carrera de Filología Inglesa, en la que más consciente estoy siendo de la evolución de mi proceso de aprendizaje. Todos los elementos de trabajo han colaborado en ello, y aunque este cuaderno de bitácora sea un lugar de reflexiones más profundas, no podría decir que es el más importante sino un eslabón más de la cadena.
Me quedo con muchos elementos valiosos de esta asignatura. En primer lugar, he aprendido una cantidad impresionante de "cosas"; no sólo contenidos, sino básicamente formas de organización de trabajo, de planteamiento de actividades, de nuevas metodologías, de colaboración, de reflexión, de búsqueda de información, de participación, de intercambio de ideas y comunicación, etc. Pero sobre todo he aprendido que hablando aprendo más; entiendo por hablar, no sólo la comunicación con mis compañeros (que fue permanente en todo el cuatrimestre gracias a los medios que teníamos a nuestra disposición: el foro, el chat, el correo electrónico, etc.), sino también la reflexión, el monólogo interno para el cual también tuvimos soporte: esta Weblog.
La mecánica de la asignatura hizo que se modificara mi forma de pensar: mi psicología reflejada en el primer proyecto ha cambiado considerablemente, ya que veía el tema de los motivos y las funciones de las NN.TT. en la educación desde un punto de vista muy lejano, desde el punto de vista equivocado, desde el punto de vista que terminé por criticar en el tercer y último proyecto. Sí entendía que era necesaria la integración de las TICs en la escuela, pero realmente no podía llegar al fondo de la cuestión, aunque de eso no era consciente entonces, claro.
El segundo proyecto fue un paso adelante en el replanteamiento de ideas, y fue donde realmente empecé a cuestionarme el tema de la necesidad de un cambio profundo en la educación, aunque tenía dificultades para interiorizarlo: lo veía muy complicado, como si se tratara de otra dimensión a la que mis sentidos no tenían acceso. Aquí fue donde me empezó realmente a picar la curiosidad; sabía que se escondía algo importante: algo oculto a mi entendimiento porque nunca había experimentado este tipo de educación y no formaba parte de mis representaciones mentales, se me escapaba algo. Puede parecer una broma, pero dándole vueltas a la cuestión tenía escalofríos; había algo más allá, y era consciente: necesitaba trabajar más, pero ¿conseguiría llegar a abrir los ojos?
El tercer proyecto supuso para mí un cambio radical, y yo diría que me ayudó mucho el grupo de trabajo en el que estuve: todas las integrantes del equipo trabajamos con mucho entusiasmo en la creación de nuestra escuela que integraba las TICs, todas aportamos grandes ideas, todas buscábamos lo mismo, y disfruté muchísimo el tiempo que estuvimos con su elaboración. Fue aquí donde empecé a darme cuenta de muchas cosas, de cómo debía de ser esa reestructuración necesaria, de lo que implicaba la integración de las TICs: un cambio desde abajo, desde el currículo, el rol del profesor, la metodología de trabajo, el concepto de asignatura (interdisciplinaridad), la organización escolar, etc. Ocurrió poco a poco, pero empezaba a ser consciente de que estaba adentrándome en ese cambio de planteamiento pedagógico, y precisamente no sólo porque lo estábamos reflejando en los proyectos, sino porque lo estábamos viviendo. Aprendimos que es necesaria una reforma educativa que permita la creación de proyectos en los que los niños se puedan comunicar, aprendan haciendo, experimenten, colaboren, interactúen, aprendan de sus errores, construyan su propio aprendizaje, etc. Para conseguir esto necesitaremos echar mano de las TICs por todas las ventajas que suponen, y de ahí una correcta integración de las mismas. Pero para entender todo esto hemos necesitado algo muy importante: experimentarlo. A lo largo de este cuatrimestre fuimos esos niños, sabemos que este sistema funciona al cien por cien porque lo vivimos en directo, y seremos nosotros quienes debamos hacer algo por poner en marcha todo esto.
Debo decir que realmente esta es la asignatura, quizás no sólo en el tiempo que llevo en esta especialidad de Lengua Extranjera, sino en toda mi carrera de Filología Inglesa, en la que más consciente estoy siendo de la evolución de mi proceso de aprendizaje. Todos los elementos de trabajo han colaborado en ello, y aunque este cuaderno de bitácora sea un lugar de reflexiones más profundas, no podría decir que es el más importante sino un eslabón más de la cadena.
Me quedo con muchos elementos valiosos de esta asignatura. En primer lugar, he aprendido una cantidad impresionante de "cosas"; no sólo contenidos, sino básicamente formas de organización de trabajo, de planteamiento de actividades, de nuevas metodologías, de colaboración, de reflexión, de búsqueda de información, de participación, de intercambio de ideas y comunicación, etc. Pero sobre todo he aprendido que hablando aprendo más; entiendo por hablar, no sólo la comunicación con mis compañeros (que fue permanente en todo el cuatrimestre gracias a los medios que teníamos a nuestra disposición: el foro, el chat, el correo electrónico, etc.), sino también la reflexión, el monólogo interno para el cual también tuvimos soporte: esta Weblog.
La mecánica de la asignatura hizo que se modificara mi forma de pensar: mi psicología reflejada en el primer proyecto ha cambiado considerablemente, ya que veía el tema de los motivos y las funciones de las NN.TT. en la educación desde un punto de vista muy lejano, desde el punto de vista equivocado, desde el punto de vista que terminé por criticar en el tercer y último proyecto. Sí entendía que era necesaria la integración de las TICs en la escuela, pero realmente no podía llegar al fondo de la cuestión, aunque de eso no era consciente entonces, claro.
El segundo proyecto fue un paso adelante en el replanteamiento de ideas, y fue donde realmente empecé a cuestionarme el tema de la necesidad de un cambio profundo en la educación, aunque tenía dificultades para interiorizarlo: lo veía muy complicado, como si se tratara de otra dimensión a la que mis sentidos no tenían acceso. Aquí fue donde me empezó realmente a picar la curiosidad; sabía que se escondía algo importante: algo oculto a mi entendimiento porque nunca había experimentado este tipo de educación y no formaba parte de mis representaciones mentales, se me escapaba algo. Puede parecer una broma, pero dándole vueltas a la cuestión tenía escalofríos; había algo más allá, y era consciente: necesitaba trabajar más, pero ¿conseguiría llegar a abrir los ojos?
El tercer proyecto supuso para mí un cambio radical, y yo diría que me ayudó mucho el grupo de trabajo en el que estuve: todas las integrantes del equipo trabajamos con mucho entusiasmo en la creación de nuestra escuela que integraba las TICs, todas aportamos grandes ideas, todas buscábamos lo mismo, y disfruté muchísimo el tiempo que estuvimos con su elaboración. Fue aquí donde empecé a darme cuenta de muchas cosas, de cómo debía de ser esa reestructuración necesaria, de lo que implicaba la integración de las TICs: un cambio desde abajo, desde el currículo, el rol del profesor, la metodología de trabajo, el concepto de asignatura (interdisciplinaridad), la organización escolar, etc. Ocurrió poco a poco, pero empezaba a ser consciente de que estaba adentrándome en ese cambio de planteamiento pedagógico, y precisamente no sólo porque lo estábamos reflejando en los proyectos, sino porque lo estábamos viviendo. Aprendimos que es necesaria una reforma educativa que permita la creación de proyectos en los que los niños se puedan comunicar, aprendan haciendo, experimenten, colaboren, interactúen, aprendan de sus errores, construyan su propio aprendizaje, etc. Para conseguir esto necesitaremos echar mano de las TICs por todas las ventajas que suponen, y de ahí una correcta integración de las mismas. Pero para entender todo esto hemos necesitado algo muy importante: experimentarlo. A lo largo de este cuatrimestre fuimos esos niños, sabemos que este sistema funciona al cien por cien porque lo vivimos en directo, y seremos nosotros quienes debamos hacer algo por poner en marcha todo esto.
0 comentarios